En la región donde nací, Narcés es un nombre muy común. Además, mi abuelo y mi papá se llamaban así, y todos hemos sido sepultureros del pueblo. Desde hace varios años empecé a mejorar las condiciones en que enterramos a las Personas No Identificadas en mi cementerio, y por eso nos convertimos en un ejemplo para los cementerios de la región.
Como reconocimiento a esta labor, equitas le puso mi nombre al sello con el que se identifican los cementerios preocupan por dar dignidad difuntos llegan no identificados.
Claro que sí! siempre y cuando ninguna galería tenga nombre repetido, y las bóvedas o sepulturas tampoco tengan números repetidos. Lo importante es que cada bóveda o sepultura tenga un número que no se repita NUNCA, y que la numeración permita ubicar fácilmente cada bóveda o sepultura dentro del cementerio.
De todas maneras es importante que tenga en cuenta que el sistema de numeración que utilice debe permitir que el cementerio crezca a lo alto o a lo ancho, sin que esto altere la numeración que está utilizando. Por ejemplo, si numera una pared de bóvedas de arriba hacia bajo, y después necesita construir una fila en la parte superior, se va a enredar con la asignación de un número para la fila nueva. Por eso le recomiendo que empiece a numerarlas de abajo hacia arriba.
No, ponerle nombre a las personas no identificadas no es una práctica recomendable. El motivo es que esto puede confundir a las autoridades o al personal del cementerio, quienes pueden creer que la persona enterrada ya tiene nombre; entonces no se adelantará ningún procedimiento para que se logre su identificación. Aunque los números no son nombres de personas, es mejor seguir las recomendaciones de la cartilla que se encuentra en esta página web (sección “Información para sepultureros”) en donde se describe cómo se deben marcar los sitios donde se entierran Personas No Identificadas.